El amor siempre es bonito, sino no es amor

He escuchado muchas veces a mujeres decir: “tengo tanta mala suerte en el amor, siempre me tocan puros sacoweas”. A ellas les digo: no po hija, la suerte no es la encargada de mandarte a los pololos. ¿Te imaginai lo triste que sería que una pololeara con lo que le tocó a la suerte de la olla no más? Onda, -“hoy hay cazuela” -“Pucha, no me gusta la cazuela… ya bueno, filo, me la como no más porque me da paja cocinar”.

Las malas relaciones son por culpa de una. ¿Por qué? Porque siempre te sometes a esa tortura cuando tú no estás bien. O estás con baja autoestima, tienes poco amor propio, te conformas “con lo que hay”, te da susto estar sola y estiras el chicle de relaciones que no van para ninguna parte, etc.

“Uno está con la pareja que cree que se merece” me dijeron una vez, y nunca más se me olvidó. Cuando encuentras al que te merece (o se merecen mutuamente, mejor dicho) recién te das cuenta de que puta que es cierto.

Yo soy una mina bacán y merezco a mi lado a un hombre bacán. ¿Para qué perder el tiempo con un loco que no está a la altura de lo que yo soy? De verdad creo firmemente es una pérdida de tiempo y de amor propio terribles.

Para algunas personas, la angustia o desesperación por no estar solas hace que su capacidad de elección se invalide completamente a la hora de querer comprometerse con otra personas en una relación. Entonces, y te lo explico en fácil: cada vez que conocemos a alguien altiro pensamos “ÉL ES”, poniendo todas nuestras fichas en que ESA relación funcione. 

Hagámonos cargo de nosotras mismas, disfrutemos del no depender de nadie para hacer las cosas que queremos hacer, seamos unas minas felices estando solas o pololeando. Y por favor, lo más importante: dejemos de perseguir a quien ya sabe dónde estamos. El que te quiere te busca, si no te busca no vale la pena.